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“Ese es el ideal de filósofo que necesitamos, uno que esté insertado en la sociedad y que sea capaz de reflexionar en un orden más contemporáneo”. Así se refirió al pensador español José Ortega y Gasset, el estudiante de cuarto año de Filosofía, Alex Gallardo Batista, quien presentó un estudio sobre esta personalidad, como parte de las actividades de la Convención Científica Internacional Saber UH 2023.

  • ¿Cómo te acercaste a la personalidad de Ortega y Gasset?

Mi primera experiencia con él la tuve a través del libro Mocedades, una especie de compilación de obras completas de Ortega. En él, reflexiona aspectos de su época como la pintura, la literatura, novela, política o música con un punto de vista filosófico. Me llamo la atención su forma de combinar el arte y filosofía,  cómo se pudo envolver en medios artísticos y, a su vez, reflexionar sobre ellos.

 ¿Por qué decides dedicar tu estudio a dicha personalidad?

Parte de mi objetivo para el trabajo es, primeramente, analizar la figura de Ortega. Sus reflexiones están muy bien ejecutadas, él fue un hombre objetivo que logró recuperar un ideal de pensador que pueda estar abierto a cómputo de campos que no son pertinentes a esta ciencia social. Cuando pensamos en filósofos concebimos a personas apartadas de la sociedad, que están en su cuarto encerrados, meditando sobre cuestiones abstractas. Ortega y Gasset se diferenció, pues fue capaz de reflexionar en un orden más contemporáneo.

En Cuba, específicamente en la época de la República, tuvimos pensadores de la talla de Humberto Pinera, que estaban muy insertados en la reflexión social. Sin embargo, en la actualidad, la filosofía ha perdido ese campo que antes tenía y quizás podamos recuperarlo incentivando el estudio de la obra de Ortega.

  • Entonces ¿Cuál consideras que fue su mayor aporte a la filosofía?

Para mí, su mayor aporte fue fundar la filosofía española, en ese país sin traducción filosófica. Creó la llamada Escuela de Madrid y, a partir de sus clases, convirtió a sus alumnos en una élite social. Sin dudas, su mayor aporte a la materia fue dar frutos y que sus ideas sirvieran como base para otros.